sábado, 13 de diciembre de 2008

Uno de esos sueños para olvidar

Anoche tuve una pesadilla, y en verdad fue horrible, tan horrible que aún ahorita tiemblo de miedo y sigo lleno de asombro y ese sentimiento de "que raro sueño", ese que te hace que te despiertes en un instante, como si ni hubieras estado dormido. Esa pesadilla fue tan real, tan real que podía sentir el aliento, los golpes, el ruido y mis puños.

En realidad no recuerdo mucho de mi sueño, o pesadilla mejor dicho. Sólo recuerdo que estaba en una como posada, y que recibí dos mensajes al celular, ambos de mi mamá, pero uno de ellos desde el teléfono de mi casa. Un mensaje lo abrí, aunque no recuerdo muy bien lo que dice, recuerdo que las ultimas dos palabras del mensaje eran el nombre y apellido de una persona que significó mucho para mi. El otro mensaje no pude abrirlo porque desperté.

También recuerdo que aparecieron dos personas, pero lo raro es que esas personas estaban muertas, o bueno, según estaban muertas, pero yo no las conocía, recuerdo que uno era hombre, o debía ser hombre, pero no estoy muy seguro; la otra persona no la recuerdo. Esas dos personas llegaron a esa posada de manera muy amenazante, se supone que estaban ahi tan reales, pero según todos (o yo, porque parece que nadie más las veía) sabían que era imposible, porque ellas habían muerto. Yo comencé a pelear con ellas, o con ese que recuerdo, hombre, y con el antebrazo lo tome por el pecho y lo acorrale en la pared, el trataba de zafarse y recuerdo que era muy fuerte, con dificultad podía sostenerlo ahí. Entonces volté a mis lados tratando de encontrar algo con qué lastimarlo, yo vi un rosario cafe, de esos de tejido, y lo único que se me ocurrió fue tomarlo y enrollarlo en el cuello de esa persona y ahorcarlo. Cuando jale el cordon del rosario no recuerdo si esa cosa, fnatasma, demonio o muerto cayó o desapareció, pero creo que fue lo segundo, aunque no entiendo porqué, pero caí al suelo, y vi muchas mesas rotas, y tablas también, aún sin recuperar el aliento salí como buscando al otro muerto o fantasma o demonio, o lo que fuera, pero al salir a buscarlo desperté.

Cuando desperté tuve un extraño sentimiento, como de saber exactamente el significado de esa pesadilla, y eso me dio más temor, sin embargo, ahora que lo trato de asimilar, no le encuentro mucho sentido.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

25

Increiblemente hace unos días cumplí 25 años, el cuarto de siglo, y para ser sinceros, en toda mi vida es la primera vez que tengo nocion y que digo "aah la madre, ya estoy grande". Hoy mi vida es tan sólo similar comparado con lo que vivia hace un año. Hace un año estaba yo de vacaciones, vine a Monterrey a pasar mi cumpleaños y tenia a una persona a mi lado, la más especial que llegue a pensar. Hoy ya vivo aquí y aunque tampoco soy el reportero que era antes, al menos me lo paso con mi familia sin aprovechar vacaciones, recupero el tiempo perdido con mi familia y bueno, tengo muchas otras personas especiales. Otras personas que hace meses estaban fuera de mi vida regresan y en verdad me da mucho gusto recuperar esos lazos.

Cuando volví de Michacán sabía que me había vuelto una persona distinta, a decir verdad, muy fría y sombría en comparación con lo que era antes, ahora se que una parte de mi (al menos en algunos momentos) no puede ser ese israel sombrío, pero definitivamente tampoco puedo ser el mismo. Me aferré tanto a esa vida que tenía allá, a las personas con quien creí contar allá, a no dejarla ir y esforzarme porque se quedara, que no me di cuenta que todo fue una mentira. Son muchas las veces que lo he dicho, me identifico en ciertas ocasiones con este personaje, y al igual que él, ya no puedo aferrarme a esa vida que por años fue sólo una farsa, debo dejarla ir, pues esa es la única oportunidad de obtener una nueva vida. Sin embargo, como cada vez, para poder descubrir eso, primero debía de morir.