sábado, 15 de febrero de 2014

Bienvenido 2014

Pos bueno, ya arrancó el año desde hace poco más de una quincena (nótese que esta entrada la había escrito por ahí de mediados de enero y hasta ahorita voy actualizándola [y nótese que luego la volví a dejar incompleta, jaja]), pero aquí andamos.

Este año será buenérrimo, y cómo no serlo cuando de antemano sabemos que al cerrar este 2014 habrá un Santacruz Garza más en la casa, haciendo berrinche y apeeeeenas empezando a caminar, y mijo ayudándolo para hacer travesuras.

Este año venimos con todo, peeeero bueno, en cuestión laboral uno anda con inspiración baja, pero naaaa, es cosa de tiempo, días tal vez, y por lo pronto aquí unas notillas que salieron chiditas (sobre todo la amarga navidad) antes de cerrar el año.

Ojalá que este 2014 podamos seguir divirtiéndonos trabajando, porque no hay peor empleo que el que uno no disfruta.

Bienvenido 2014, sorpréndeme (pero no mucho, porque en el Tercer Piso ya tenemos equipo de cardiología contra infartos, y no quiero usarlo)


Los Guantes de Oro

Había una vez en un pueblo llamado Hualahuises, en Nuevo León, que al ver que el beisbol era el rey de los deportes en dicho estado (antes de Tigres y Rayados) decidieron fabricar guantes para este deporte, y enviarlos a todos lados, incluso las Grandes Ligas. Hoy siguen fabricándose después de años y años.

 
 
 Trompo artesanal
 
En el mismo Hualahuises hay un hombre que es muy bueno para los trompos, pero no los chingazos, sino los de madera. Ahi uno intentó lo que seguuun de morrillo había aprendido bien y que a la hora de los trancazos nomas no me salió, jaja: jugar al trompo. Lo realmente asombroso es el tiempo que Don Juan Morales tarda en fabricar un trompo artesanal.
 
Moraleja: Papás, compren a los niños este tipo de juguetes y no los "Intentos"; mijo cuando me vio jugar enseguida me quitó el trompo y sobre todo el balero.
 

 
 
La amarga Navidad
 
Sin embargo esta fue la nota más chidita de todas. Es clásico ver este tipo de casos en las fechas decembrinas, pero no es común ver que a pesar de tanta inmundicia, pobreza y carencias se puede ser feliz... incluso más que algunos que todo lo tienen.
 
 
 
EL  FIN
 
(Y como ya es 15 de febrero enseguida subo las peripecias del Día de los Enamorados, jaja)

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