Haber...quien eeeh, quieeenn ? jajaja
miércoles, 31 de enero de 2007
Aún sigo cantando
Esta rola significa mucho para mi por lo que dice. Creo que de cierta forma, aunque la olvide por años, terminé haciendo lo correcto para ser feliz. Y esta rola va dedicada para mis viejos amigos, a esos con los que ya no tengo contacto, no sólo por la distancia, sino a los que nos distanciamos mucho antes de venir a Michoacán. Algunos saben quienes son....esto es para ustedes....
martes, 30 de enero de 2007
Un poco de literatura...
Esto es fragmento del libro "Largo Viaje al Paraíso", yo no lo viví en el mar, sino en el Lago de Pátzcuaro hace poco más de dos años, en el primero de los llamados Viaje a Ningún Lugar:
Hacía más de un año que navegábamos; un largo año en el que el mar y el cielo habian sido nuestro hogar y nuestro techo, pero no nos sentíamos cansados. Conocíamos cosas nuevas: ciudades, gentes y costumbres, tan distintas a las nuestras que apenas podíamos comprenderlas; pero, sin embargo, nuestro deseo de ver más aún no se había apagado.
Me sentí feliz, sentado a popa, la mano sobre el timón del Vikingo, que macheteaba las olas, alzando la proa sobre los valles, para remontarse briosamente después de las crestas. Gonzalo fumaba pensativo su larga pipa y miraba también hacia el este, hacia las islas. Manolo, extrañamente silencioso, parecía sumido en reflexiones de las que nunca había sido amigo, y por una vez creí adivinar que pensaba en el futuro, en lo que nos aguardaría más allá de aquel largo horizonte azul.
Era como si un presentimiento común se hubiese apoderado de nosotros y nos estuviera indicando que allí, en aquellas islas que encontraríamos en nuestro camino, nos aguardaba el destino "algo" que desviaría para siempre el rumbo de nuestras vidas. Picaporte, echado a los pies de Gonzalo, le miraba fijamente con sus grandes ojos oscuros: también él sabía que los presentimientos navegaban ahora sobre el Vikingo, llenando de extraña inquietud a sus tripulantes.
Pero mientras yo me setía dichoso porque mi visión del lugar que nos aguardaba era alegre, para Manolo y Gonzalo constituía algo más que eso, y sus pensamientos calaban más hondo, tal vez porque adivinaban de antemano que su choque con el nuevo mundo, con el paraíso, iba a ser violento y dejaría en sus vidas una profunda huella.
A nuestra espalda tomó el sol su cotidiano baño de mar, nos despidió con largos rayos rojizos y se ocultó por completo, tras aparecer por unos instantes como una gran moneda de cobre. El cielo se tiñó de sangre, y trozos de algodón quisieron restañarla, volviéndose rojos a su vez, mientras se alejaban hacia el oeste empujados por el viento, en pos del sol que se escondía. Eran unas nubes altas, aisladas, serenas. Y supe que también Él, estaba allí... Taaroa, El Creador... Pero aquél día nada sabíamos aún del Taaroa polinesio, y no pude cantar ningúna alabanza, aunque en mi pecho agradecía mi corazón de igual modo cuanto nos ofrecía el Creador en ese momento.
Traté de imaginar que había hombres que dejaban transcurrir su vida, su única vida, encerrados entre los muros de una casa y las estrechas calles de una ciudad, respirando aire mil veces respirado, sin ver jamás ponerse el sol sobre la raya azul del mar, consumiéndose con necesidades y pasiones que ellos mismos se buscaron, y me dije que debía existir un infierno especial para los que, incapaces de ver lo que Dios creó para ellos, permanecen ciegos y sordos ante la inmensa maravilla de la naturaleza.
Deseé que aquel momento durase eternamente; que el sol, las nubes y el viento detuvieran su andar y se quedaran allí para siempre; pero no fue así, y cuando entristecido advertí que el gran momento agonizaba, me consolé pensando que siempre hay un mañana y que el Creador puede repetir cada día el milagro de la puesta de sol.
Gonzalo me miró y sonrió levemente
- ¡Qué pronto ha pasado!- comenté
- No tepreocupes- respondió-: también mañana se pondrá el sol por el oeste.
Hacía más de un año que navegábamos; un largo año en el que el mar y el cielo habian sido nuestro hogar y nuestro techo, pero no nos sentíamos cansados. Conocíamos cosas nuevas: ciudades, gentes y costumbres, tan distintas a las nuestras que apenas podíamos comprenderlas; pero, sin embargo, nuestro deseo de ver más aún no se había apagado.
Me sentí feliz, sentado a popa, la mano sobre el timón del Vikingo, que macheteaba las olas, alzando la proa sobre los valles, para remontarse briosamente después de las crestas. Gonzalo fumaba pensativo su larga pipa y miraba también hacia el este, hacia las islas. Manolo, extrañamente silencioso, parecía sumido en reflexiones de las que nunca había sido amigo, y por una vez creí adivinar que pensaba en el futuro, en lo que nos aguardaría más allá de aquel largo horizonte azul.
Era como si un presentimiento común se hubiese apoderado de nosotros y nos estuviera indicando que allí, en aquellas islas que encontraríamos en nuestro camino, nos aguardaba el destino "algo" que desviaría para siempre el rumbo de nuestras vidas. Picaporte, echado a los pies de Gonzalo, le miraba fijamente con sus grandes ojos oscuros: también él sabía que los presentimientos navegaban ahora sobre el Vikingo, llenando de extraña inquietud a sus tripulantes.
Pero mientras yo me setía dichoso porque mi visión del lugar que nos aguardaba era alegre, para Manolo y Gonzalo constituía algo más que eso, y sus pensamientos calaban más hondo, tal vez porque adivinaban de antemano que su choque con el nuevo mundo, con el paraíso, iba a ser violento y dejaría en sus vidas una profunda huella.
A nuestra espalda tomó el sol su cotidiano baño de mar, nos despidió con largos rayos rojizos y se ocultó por completo, tras aparecer por unos instantes como una gran moneda de cobre. El cielo se tiñó de sangre, y trozos de algodón quisieron restañarla, volviéndose rojos a su vez, mientras se alejaban hacia el oeste empujados por el viento, en pos del sol que se escondía. Eran unas nubes altas, aisladas, serenas. Y supe que también Él, estaba allí... Taaroa, El Creador... Pero aquél día nada sabíamos aún del Taaroa polinesio, y no pude cantar ningúna alabanza, aunque en mi pecho agradecía mi corazón de igual modo cuanto nos ofrecía el Creador en ese momento.
Traté de imaginar que había hombres que dejaban transcurrir su vida, su única vida, encerrados entre los muros de una casa y las estrechas calles de una ciudad, respirando aire mil veces respirado, sin ver jamás ponerse el sol sobre la raya azul del mar, consumiéndose con necesidades y pasiones que ellos mismos se buscaron, y me dije que debía existir un infierno especial para los que, incapaces de ver lo que Dios creó para ellos, permanecen ciegos y sordos ante la inmensa maravilla de la naturaleza.
Deseé que aquel momento durase eternamente; que el sol, las nubes y el viento detuvieran su andar y se quedaran allí para siempre; pero no fue así, y cuando entristecido advertí que el gran momento agonizaba, me consolé pensando que siempre hay un mañana y que el Creador puede repetir cada día el milagro de la puesta de sol.
Gonzalo me miró y sonrió levemente
- ¡Qué pronto ha pasado!- comenté
- No tepreocupes- respondió-: también mañana se pondrá el sol por el oeste.
domingo, 28 de enero de 2007
Que buenos tiempos...
Recuerdo esos buenos tiempos de la foto, bueno....creo, porque la neta no recuerdo si yo estaba trabajando en TV Azteca o ya nos habiamos salido, creo que ya no estabamos ahi, en fin, el caso es que si me acuerdo mucho de ese día. Fue en el Mc Mullan's, el eterno Mc Mullan's en el Barrio Antiguo, fue el cumpleaños de gaby (la de azul abajo). Ese dia conoci a una muy buena amiga, alejandra (la de negro por la derecha). Cuando hace poco fuimos a la casa de gaby en octubre y vi esa foto colgada sela pedi y aqui esta. Son un gran grupo de amigos, sigo en contacto con ellos, y aunque a algunos de la foto ni los conozco, a los que si los aprecio bastante. La neta no se porque fui el unico que no volteo a la camara en la foto pero bueno, al menos salgo en ella jaja. Saludos a todos y los extraño....
De derecha izquierda: su servidor, chuy, alejandra, una chava que no conozco y al lado carlos campos, y al lado karla, una amiga de gaby, la cumpleañera gaby es la de azul abajo. Un día todos trabajamos juntos en TV Azteca Noreste, hoy, cada quien anda por su lado. Chuy volvió al canal de la colonia México, carlos sigue en televisa mty, gaby se quedo desempleada al termino de la administración en Apodaca y yo....bueno, yo soy el corresponsal de la zona lacustre de Michoacán para La Voz de Michoacán.
No hace ni dos años de esa foto....uno nunca sabe lo que le depara el destino.
PD 1: Esa noche, como cada que salia con ellos al Mc Mullan's, termine con el pantalon mojado de cerveza, sino era gaby, era como esa noche, por culpa de carlos que en un "salud" con mas fuerza de la debida, rompio mi botella y me cayó todo en el pantalon. Ay carlitros no si te digo, jaja.
PD 2: Esa playera mia era la de TV Israaaa jajaja
jueves, 25 de enero de 2007
De lo triunfos amargos...
Un triunfo sabe delicioso, sobretodo si es uno de esos por los que se ha peleado tanto y ha tenido que romper las barreras que otros imponen, pero aún así, qué amargo sabe cuando no se comparte con quien tiene que ver con ese triunfo o a quien se le ha dedicado.
Ese día saqué la primera plana del periódico, hoy, esta siendo utilizada para que las tazas de "recuerdo de morelia" no se estrellen y lleguen enteras a su destino.
Ese día saqué la primera plana del periódico, hoy, esta siendo utilizada para que las tazas de "recuerdo de morelia" no se estrellen y lleguen enteras a su destino.
miércoles, 17 de enero de 2007
Un regalito...
Siempre quise un blog de blogspot para subir videos, pero sobretodo uno, el Pagliacci de Pavarotti. Y pensar que en mi Monterrey el teatro es la Nena Delgado y ese tipo de obras. Aún así, subir el Pagliacci de Pavarotti no es suficiente pues está el de Mario del Monaco en 1952, eso es verdadera actuación que hace vibrar mis venas...esa que hasta yo siento el dolor del personaje, o acaso será Monaco un verdadero Pagliacci??? Disfrutenlos y les recomiendo primero el de Pavarotti, pues tiene subtítulos.
Y el de Monaco de 1952...
Y los aplausos siguen escuchandose.....
Y el de Monaco de 1952...
Y los aplausos siguen escuchandose.....
miércoles, 10 de enero de 2007
México y sus Tierras
Este video lo hice para mi exámen profesional y lo había subido a "Youtube". Los profes de seguro hasta hoy ni han visto el video, por si a alguien le interesa es tan solo uno de los 3 videos que presente, pero es el más largo, los otros, sobre danzon y peleas clandestinas en Monterrey, se encuentran en la computadora de la ciudad de las montañas (uuy alla estan muy bien)
martes, 9 de enero de 2007
Largo viaje al paraíso
Entre los libros que traje de Monterrey se encuentra uno del periodista español Albrto Vázquez-Figueroa, titulado "Largo viaje al paraíso", es de los años 50's y la casa editorial que lo publicó, misma que cerró 3 meses después de su publicación, tan sólo editó 600 ejemplares. Dicho libro me recuerda mucho sobre mi vida y la de mis dos mejores amigos. En innumerables ocasiones el periodista (tocayo a fin de cuentas) hace frases o comentarios que bien recuerdan en mi mente pasajes que he vivido o sigo viviendo, como este:
Un vapor cruzó a lo lejos y se perdió hacia el sur. Por la bandera me pareció frances, y durante un rato me entretuve en adivinar su destino y lo que pensarían los pasajeros que desde cubierta hubieran visto nuestro pequeño yate anclado junto a los arrecifes.
Tal vez alguno de ellos, ignorante, pudiera confundirnos con un barco de pesca, pero debía de desconocer por completo las cuestiones náuticas, pues a nadie podría ocultarsele que el "Vikingo" era un precioso yate de línea inconfundible.
Quizás algún otro, más imaginativo, supondría que éramos un grupo e traficantes de estupefacientes que nos encontrábamos en plena faena, y esole haría forjar, alrededor nuestro, una pequeña historia. De lo que sí estaba seguro es de que a ninguno se le ocurriría que éramos tres locos que estábamos dando la vuelta al mundo, sumergiéndonos en todos los mares que encontrábamos a nuestro paso.
Aquello me hizo pensar en nuestro viaje y en los que habían quedado atrás. Traté de imaginar que allí, en Barcelona, Madrid, en Canarias, todo continuaba igual y la vida seguía su curso como si nosotros no contáramos, y me pareció imposible.
Apenas hacía dos meses que habíamos iniciado el viaje, y ya todo mi mundo anterior me parecía algo confuso y lejano, como un sueño. Sonreí al pensarlo; la verdad es que meses antes tampoco hubiera podido imaginar mi actual situación, y sin embargo aquí estaba. Era una tontería, pero todo aquello me hacía gracia.
Gonzalo se volvió hacia mi.
-¿De qué te ríes?- preguntó, extrañado.
-De nada- le dije-. Pensaba en todos los que quedaron allí.
lunes, 8 de enero de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)