jueves, 9 de agosto de 2007

Los otros Hartistas

En la sección Regional iniciamos un proyecto que se nos ocurrió a mi antigua jefa, mi actual jefe (entonces coeditor) y su seguro servidor. El proyecto consiste en un día fijo publicar fotorreportajes, y como han de imaginarse, teniendo una Nikon D50 y teniendo algunos conocimientos de fotografía fui el que estrenó el proyecto.

Pero, debo decir que mi jefe me habló el sábado diciendome con toda la profesionalidad del mundo: "oye wey, que crees los reporteros no me estan respondiendo pa' los fotorreportajes, ni aunque les sugiera temas, así que como tu sabes y tienes camara buena, pos ora si que voy a abusar de ti, por favor, te encargo unas fotos asi como las que sabes tomar, medio artisticonas, andaleeee, al cabo eso te hace curriculum". Y pues bueno, la neta, quienes me conocen saben que adoro tomar fotos, y es una forma de desestresarme, así que pos aproveche e hice más curriculum y me llevo el segundo fotorreportaje de la sección con el martillado del cobre en Santa Clara, durante su XLII Feria.

Después de ponerme a pensar, me di cuenta que ellos también son Hartistas, como otros amigos y yo, pues ellos no compiten tanto para entrar al museo y que vean sus obras, sino para mantener a su familia y una tradición prehispánica.


Los artesanos funden el metal, que recolectan de desperdicios, para transformarlo en arte, misma que según dicen, exportan al mayoreo a un sólo punto del planeta: Texas.



Una vez que el cobre es sacado de las brasas cual Fénix, las fuertes manos de los artesanos lo golpean, llevando en cada golpe toda su historia y su porvenir. Cuando el cobre se enfría, vuelven a enviarlo a las brasas. Para una artesanía pequeña, este proceso se repite al menos 15 veces.


Cuando la artesanía es terminada, se lava con agua mezclada con ácido sulfúrico, esto con el fin de crear un brillo muy tenue. Después, la artesanía se seca con aserrín.


Una vez seca, se lleva ante una máquina pulidora, para que obtenga el brillo característico, y se limpia con gasas y aceite, para que reluzcan por décadas.


Ya terminadas, las obras se venden, se exportan, o en ocasiones como la de la XLII Feria del Cobre, compiten en el Museo del Cobre, donde se exhiben para los turistas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!!!

Qur fotos tan padres, bien artisticonas jajajaja... pooos usté si sabe estar en el momento:)