Fue así como llegamos a Santiago, el Pueblo Mágico de Nuevo León, mismo que me recordó mucho mi querido Pátzcuaro. Recordé lo que es vivir, embriagarme, y suspirar por amores fallidos en las empedradas calles. Claro, también recordamos a un personaje célebre al que homenajeamos en varias fotos... adivinen a quién ;-)
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