lunes, 30 de julio de 2007

Del primer viaje

Hace poco más de dos años, mi ciudad natal, Monterrey, me obligó a mi y a mis amigos a abandonar aquel valle de montañas. Nuestro refugio fue Michoacán, aquel lugar de pescadores. Como en cada viaje, algo que siempre sucede es encontrarse con personas que hacen mágica la travesía. El cuarto día de viaje llegamos a Pátzcuaro, y después de estar un rato en su Centro Histórico, partimos a Janitzio, convirtiéndonos en Robinson Crusoe en pleno siglo XXI.

Una vez que llegamos, fuimos a comer a uno de sus restaurantes; ahí conocimos a Nohemí. Ella es una pequeña niña, de aquél entonces cuatro años. Su mamá le dijo en purépecha que nos atendiera. Nohemí nos llevó a nuestra mesa, nos dio la carta y nos tomó la orden, o al menos la de las bebidas. En serio debo decir que fue uno de los rostros más bellos que nos topamos en ese primer viaje.

Ahora que vivo aquí, me toco ir a Janitzio, y llegué al mismo restaurant. A lo lejos vi una pequeña con un vestido colorido, y escuche que la nombraban "gaby", por lo que mis animos bajaron y ya no confiaba que fuera Nohemí. Sin embargo, cuando volteó y sonrió, recorde de golpe aquél rostro que me cautivó, y esta vez le tomé muchas fotos. Recuerdo que en el diario de viaje la describí como "la hostess más jóven que he conocido", y aunque ella no me recuerda ni a mi ni a mis amigos, ese joven rostro jamás lo olvidaré.





1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja.. ¿¿y cómo sabes que le dijo eso en purépecha??... jijiji

No poos se... esa niñita tiene algo... muy buena vibra y carisma..


Shidouu... pero pos ya!!.. avientese otro corrido!! :P

Salu2